LA HUELLA DEL CARBONO Y LA HUELLA AMBIENTAL. GEN PREPONDERANTE DE CAMBIO CLIMÁTICO RADICAL. PELIGRO DE EXTINCIÓN

La Constitución Nacional establece un criterio en cuanto a la forma de reparación del daño ambiental. Es responsable de haber ocasionado un daño en el medio ambiente., cualquiera fuere, incluso el Estado, tiene la obligación primaria de recomponer lo que ha dañado, subsidiariamente a indemnizar.

LA HUELLA  DEL CARBONO Y LA HUELLA AMBIENTAL.  GEN PREPONDERANTE DE CAMBIO CLIMÁTICO RADICAL. PELIGRO DE EXTINCIÓN.

                                                                                                             Por:    Romano, Paula Fabiana[1]

 

"El mundo no va a sobrevivir mucho más tiempo como cautivo de la humanidad" Daniel Quinn. (1935-2018)

 

I_ INTRODUCCIÓN.

La Constitución Nacional establece un criterio en cuanto a la forma de reparación del daño ambiental. Es responsable de haber ocasionado un daño en el medio ambiente., cualquiera fuere, incluso el Estado, tiene la obligación primaria de recomponer lo que ha dañado, subsidiariamente a indemnizar. En este sentido se impone determinar a través de los respectivos estudios técnicos científicos, la posibilidad, total o parcial de recomponer el ambiente dañado, sin estos estudios previos no debería darse lugar a la determinación de una indemnización. "El  artículo 41 de nuestra Carta Magna, consigna dos frases que, por una parte reconoce derechos, y por la otra consagra los principios del desarrollo sostenible, para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las generaciones  futuras. Agregando el concepto "….. a la utilización nacional de los recursos naturales"[2]

Ambas protecciones tienen el carácter de derechos, y consiste en instaurar un sistema nacional de explotación de los bienes naturales, poniendo particular énfasis con la siguiente expresión: " Las autoridades proveerán a la protección de este derecho"[3]

Las normativas nacionales, están ligadas con Tratados Internacionales que protegen el hábitat, la biodiversidad y los ecosistemas., pero no basta con normativas claras en materia de daño, sino deben ser estrictas al momento de sancionar. El cambio climático que el hombre produce en todos los sectores, lleva procesos lentos de readaptación, y en muchas ocasiones ello no llega a darse nunca. Pues se han cometido devastaciones y ello se torna irrecuperable.

El Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) evaluó cómo el calentamiento global cambiará el mundo en las próximas décadas. La huella de carbono mide las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la actividad humana, industrial y agrícolaganadera. Entre los gases de efecto invernadero, el que tiene un impacto más penetrante es el dióxido de carbono (CO2), ya que permanece en la atmósfera por cientos de años y todavía más tiempo en los océanos[4].Los siguientes GEI más importantes por su permanencia en la atmósfera y el daño que provocan en altas proporciones, son el metano y el óxido nitroso. Desde 1990 hasta 2019, estos GEI han provocado un aumento del 43% en el forzamiento radiactivo total (diferencia entre la radiación solar que absorbe la Tierra y la que libera de vuelta a la atmósfera) que, a su vez, eleva las temperaturas de los climas terrestres. El CO2 es el principal GEI de larga duración y que, además, está relacionado con actividades humanas desarrolladas. En este sentido, la huella de carbono es una métrica ambiental que calcula la totalidad de las emisiones de GEI generadas, directa e indirectamente, por una persona, un grupo, una organización, empresa o incluso un producto o servicio[5].

La huella de carbono se mide en masa de CO2 equivalente (CO2e o CO2eq). Se usa así porque el CO2 es el gas más abundante entre los GEI (Gases de Efecto Invernadero) y se utiliza como referencia en la medición del resto de los elementos.

La importancia de conocer la huella de carbono radica en la posibilidad de saber con más certeza la manera en que los GEI contribuyen al calentamiento global y aceleran el cambio climático.

Además, esta huella ha sido esencial para la implementación de medidas locales, regionales e internacionales; por ejemplo, el Acuerdo de París, que entró en vigor en 2016 y fue desarrollado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

En esencia, el Acuerdo de París pretende intensificar acciones e inversiones para reducir las emisiones de GEI a nivel mundial. Otra aplicación del cálculo de la huella de carbono está en los inventarios de gases de efecto invernadero, que contabilizan las emisiones equivalentes a un año calendario. Como la propuesta del Pacto verde de la Unión Europea que proyecta un continente libre focalizado en conseguir que Europa se convierta en el primer continente climáticamente neutral., entre otros objetivos a tratar.

En términos individuales, conocer la huella de carbono que generamos ayuda a emprender acciones cotidianas que disminuyan las emisiones. Es necesario tener conciencia de esto para contribuir a un futuro más sostenible.

Las emisiones continuas de gases de efecto invernadero podrían quebrar un límite clave de la temperatura global en poco más de una década. También creen que "no es posible descartar" una subida del nivel del mar que se acerque a los 2 metros a finales de este siglo. Todas estas consecuencias son nefastas para la subsistencia de vida en nuestro planeta Tierra.

La temperatura media mundial fue 1,09 °C más alta entre 2011-2020 que entre las que fueron medidas en los años 1850-1900., consecuentemente podemos decir que en  los últimos cinco años fueron los más calurosos registrados desde 1850. La tasa reciente de aumento del nivel del mar casi se ha triplicado en comparación con 1901-1971. Ya, existen islas en la región de Indonesia que están sufriendo la devastadora consecuencia de la crecida de los océanos, produciendo la evacuación de poblaciones completas.

La influencia humana es "muy probablemente" (90%) el principal impulsor del retroceso global de los glaciares desde la década de 1990 y la disminución del hielo marino del Ártico. Parámetros significativos del cambio climático inminente son los derretimientos de glaciares; en la República Argentina el derretimiento de los glaciares patagónicos (que son 17.300 y están dispersos a lo largo de los Campos de Hielo del Sur y del Norte de Argentina y Chile) coincide con las temperaturas en alza, que a su vez están relacionadas con el aumento de las emisiones de carbono en la última mitad de siglo. Cada masa helada que se achica trae dos efectos inmediatos. Por un lado, las poblaciones cercanas se ven en peligro porque los desprendimientos causan estragos e inundan pueblos enteros que deben relocalizarse. Por otro lado, se pierde un recurso escaso como es el agua dulce (los glaciares acumulan más del 75 % de las reservas.)

Es "prácticamente seguro" que las temperaturas extremas, incluidas las olas de calor, se han vuelto más frecuentes e intensas desde la década de 1950, mientras que los eventos fríos se han vuelto menos frecuentes y menos severos, con tendencia en ciertos sectores de la Tierra que van progresivamente cambiando de inviernos extremos a mucho más benignos, a calores extremos y cada vez más sofocantes. Son como consecuencia algunos de los efectos del calentamiento global,  y esta tendencia, sólo está en continuo ascenso.

 

II_ DESARROLLO HUMANO, BIODIVERSIDAD. CAMBIO DE PARADIGMAS.

El cambio climático es un fenómeno que incluye aquellas alteraciones de los parámetros climáticos: temperaturas, precipitaciones, fenómenos climatológicos diversos, sequías, desertificación, desaparición de humedales. Inundaciones.

Los cambios se van dando en la naturaleza a medida que el hombre genera su propia huella de carbono exaltando la participación de empresas, cuyas naciones aun no tienen consciencia del daño ambiental., o al menos no lo han incorporado como una temática destructiva a mediano plazo. Normalmente este tipo de cambios se producen a lo largo de varios siglos, permitiendo a las especies animales y vegetales adaptarse gradualmente a las nuevas condiciones climatológicas., y no siempre suele suceder, pues los cambios de los ecosistemas hacen que la biodiversidad biológica cambie sustancialmente, y algunos casos conllevan a la extinción de la especie, animal o vegetal. , en realidad a todo especie humana.

Sin embargo cuando el clima cambia de forma rápida los ecosistemas pierden la oportunidad de adaptarse, con la consecuencia de producir migraciones de los seres vivos e incluso producir la muerte de aquellos que por alguna razón, no pueden migrar, dado que  no llegan a la implementación del cambio.

La Era Industrial y agropecuaria ha supuesto a lo largo de los últimos doscientos años, un grave impacto cultural, económico y climático a nivel mundial., la  sociedad se ha vuelto en un aparato de consumo masivo, transformando los hábitats naturales en empresas de producción para el consumo. Junto con la paulatina industrialización, destrucción de tierra para el sembrado o producción ganadera, se han impuesto una cultura que genera cada vez más productos desechables. Se ha transformado la conducta del reciclado por el descarte  de materiales que promueve  y que prioriza el consumo barato frente al consumo responsable en todos los ámbitos. Todo ello genera una emisión de gases que se concentran en la atmósfera agravando el efecto GEI., efecto invernadero.

Durante los últimos 2.000 años el clima ha sido relativamente estable con un ligero enfriamiento de la tierra durante el periodo comprendido entre 1500 y 1850.

En los últimos 50 años, la actividad humana, en particular el consumo de combustibles  producto de la quema de fósiles, ha liberado cantidades de CO2 y de otros gases de efecto invernadero suficientes para retener más calor en las capas inferiores de la atmósfera y alterar el clima mundial.

En los últimos 130 años el mundo se ha calentado aproximadamente 0,85 ºC. Durante los últimos 30 años cada década ha sido más cálida que cualquier década precedente, desde 1850.

El nivel del mar está aumentando considerablemente, los glaciares se están fundiendo paulatinamente y los regímenes de lluvias están cambiando sustancialmente. Los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más intensos  furiosos y frecuentes.

En septiembre de 2013 el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), ha aprobado el volumen I del Quinto Informe de Evaluación (WGIAR5) que describe y sintetiza el conocimiento actual sobre los aspectos científicos físicos del sistema climático. Dicho informe confirma que el calentamiento del sistema climático es inequívoco y que la influencia del hombre es el factor dominante de este cambio, ofreciendo una oportunidad para continuar con los trabajos en este ámbito, proporcionando una sólida base para implementar políticas sectoriales en el campo de la adaptación al cambio climático en el orden del agrícola-ganadero e industrial. Se estima que la contaminación atmosférica, riesgo medioambiental para  el agro, causa alrededor de  millones de muertes al año en todo el mundo (Lim et al. 2012). La OMS hace años que considera la contaminación atmosférica una de las prioridades mundiales.

La OMS indica que existen graves riesgos para la salud, fundamentalmente derivados de la exposición a partículas en suspensión, dióxido de nitrógeno, ozono troposférico y dióxido de azufre, cuyas concentraciones pueden aumentar con el cambio climático (OMS 2006). El aumento de temperatura se correlaciona muy directamente con el aumento en la concentración de ozono troposférico que presenta por sí mismo una elevada estacionalidad anual, con valores más altos en los meses cálidos y picos importantes durante las horas de irradiación solar. Además, el aumento de temperaturas invernales provoca un adelanto de la floración de algunas especies primaverales, alargando su estación polínica, por lo que aumenta el tiempo de exposición de la población. Se ha observado que las especies que florecen en primavera temprana son más sensibles por el calentamiento global que las especies que florecen más tardíamente (Ministerio de sanidad 2013).

Las concentraciones de contaminantes atmosféricos dependen, además de por sus niveles de producción y emisión, por su modelo de dispersión y transporte y el cambio climático puede afectar a cualquiera de estos procesos. Es en las ciudades y determinadas zonas industriales, donde se superan los valores límite de estos contaminantes con mayor frecuencia, hay un número muy importante de población expuesta.

El nuevo informe también deja en claro que el calentamiento que hemos experimentado hasta la fecha ha generado cambios en muchos de nuestros sistemas de soporte planetario que son irreversibles en escalas de tiempo de siglos a milenios.

Los océanos seguirán calentándose y se volverán más ácidos. Los glaciares de montaña y polares continuarán derritiéndose durante décadas o siglos.

"Las consecuencias seguirán empeorando con cada calentamiento"[6], "Y para muchas de estas consecuencias, no hay vuelta atrás". El calentamiento global observado en las últimas décadas está asociado a variaciones en ciertos componentes del ciclo hidrológico. Estas variaciones, que se recogen en el estudio "El cambio climático y el agua" realizado por el Grupo de Trabajo II del IPCC incluyen cambios en las pautas, intensidades y valores extremos de precipitación; en la fusión generalizada de la nieve y del hielo; en el aumento del vapor de agua atmosférico y aumento de la evaporación y en las variaciones de la humedad del suelo y de la escorrentía.

Las proyecciones estiman pérdidas generalizadas de masa de los glaciares y aceleración en la reducción de la cubierta de nieve disminuyendo así la disponibilidad de agua y el potencial hidroeléctrico y, alterando la estacionalidad de los flujos en regiones abastecidas de agua de nieve de las principales cordilleras, y donde vive actualmente más de la sexta parte de la población mundial. Se prevé una intensificación de los episodios de lluvias torrenciales e inundaciones, del descenso en caudales fluviales y de sequías más severas y frecuentes. Las costas estarán expuestas a mayores riesgos vinculados al aumento del nivel del mar, a la mayor salinización del agua subterránea. Se espera que el cambio climático intensifique el estrés actualmente padecido por los recursos hídricos debido al crecimiento de la población, al cambio económico y de los usos de la tierra y, en particular, a la urbanización. En España, los escenarios climáticos previstos por la Comisión Nacional del Clima (Libro Blanco del Agua, 2000) plantean una ligera disminución de las precipitaciones medias anuales y un aumento de las temperaturas, que daría lugar a una disminución de la escorrentía total. Las previsiones de los modelos climáticos apuntan a una intensificación de los periodos secos en verano, y una precipitación total en invierno similar a la actual, aunque concentrada en un menor número de meses.

Por otra parte, el cambio climático también aumentará la probabilidad de floraciones de cianobacterias por aumento de las temperaturas del agua. El exceso de los llamados gases de efecto invernadero está generando cambios climáticos que producen un mayor número de fenómenos meteorológicos extremos, como sequías e inundaciones. Se trata del permafrost, una de las mayores reservas de carbono del planeta.

Los científicos estiman que en el permafrost[7] están almacenadas cerca de 1,5 billones de toneladas de carbono. Es decir, el doble de lo que hay actualmente en la atmósfera.

Y la mala noticia es que ese carbono se está liberando a la atmósfera, en forma de CO2 y metano, a una velocidad nunca antes vista en la historia de la humanidad. De hecho, los expertos que estudian el permafrost señalan que hoy está emitiendo más carbono de lo que absorbe, pasando de ser un "sumidero" a ser una fuente de contaminación. Y eso lo convierte en una de las amenazas más grandes para nuestra atmósfera. Es en esos restos orgánicos donde está capturado el carbono que, congelado bajo tierra es inofensivo, pero de ser liberado en vastas cantidades podría convertirse en una de las principales fuentes de contaminación del planeta.

Julian Murton[8], profesor de Ciencia del Permafrost en la Universidad de Sussex, en Inglaterra, le explicó a BBC Mundo que, según las condiciones en la superficie, el carbono puede liberarse como CO2 o como metano, que es "30 veces más poderoso como gas de efecto invernadero".

Aunque cualquier capa de subsuelo que permanece congelada al menos dos años ya es considerada técnicamente permafrost, "grandes extensiones se crearon durante las eras de hielo". Este permafrost más antiguo, que tiene cientos de miles de años, es el más grueso y profundo, y puede llegar a extender hasta 1.500 metros bajo la superficie. En cambio, el permafrost más reciente suele tener apenas unos centímetros de profundidad. Básicamente porque el calentamiento global está aumentando las temperaturas en todo el globo, pero aún más en la zona del Ártico, que se está calentando unas tres veces más rápido que el resto de la Tierra.

El calentamiento global también está haciendo que el clima del Ártico sea más húmedo. Cuando el permafrost está en su estado natural actúa como el refrigerador de la Tierra, manteniendo los restos de carbono orgánico, helados y secos. Allí no generan ningún daño al medioambiente. Pero, así como nuestros alimentos se empiezan a podrir si los sacamos del frío, a medida que el calor y las lluvias van descongelando esta capa helada de tierra los microbios empiezan a descomponer los restos orgánicos, liberando dióxido de carbono y metano a la atmósfera.

III- REDUCCIÓN DE GASES EFECTO INVERNADERO, ACUERDO DE PARIS.

El Acuerdo de París resume para las Naciones, de llevar adelante una visión mediata para mejorar la resiliencia al cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Establece un marco tecnológico para proporcionar una orientación general al Mecanismo Tecnológico. Proporcionar a los países desarrollados una ruta para que ayuden a las naciones en desarrollo a mitigar y adaptarse al cambio climático, creando un marco para un control y una información transparentes sobre los objetivos climáticos de estos países. Los mismos se llevarán a cabo mediante una hoja de ruta: MITIGACIÓN, ADAPTACIÓN, FINANCIAMIENTO, TECNOLOGÍA Y TRANSPARENCIA.

El Acuerdo de París proporciona un marco duradero con afán de dirigir el esfuerzo global durante las próximas décadas. Señala el comienzo de un cambio hacia un mundo con emisiones cero neto. La puesta en práctica del Acuerdo también es esencial para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El Acuerdo de París se implementa en ciclos de cinco años, con acciones de los países progresivamente más ambiciosas en materia climática. Se espera que, cada cinco años, los países envíen un plan nacional actualizado de acción climática que se conoce como Contribución Determinada a Nivel Nacional, o CDN.

En sus CDN, los países comunican las medidas que tomarán para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero a fin de alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. Los países también comunican en estas CDN las medidas que tomarán para desarrollar la resiliencia necesaria para adaptarse a los impactos del aumento de temperaturas. Para enmarcar mejor los esfuerzos encaminados a lograr el objetivo a largo plazo, el Acuerdo de París invita a los países a formular y enviar estrategias a largo plazo. A diferencia de los CDN, estas no son obligatorias.

Los detalles operativos para la implementación práctica del Acuerdo de París se acordaron en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP24) de Katowice, Polonia, en diciembre de 2018, en lo que coloquialmente se llama el Libro de Reglas de París, y se finalizaron en la COP26 de Glasgow, Escocia, en noviembre de 2021.

En 2023, el primer "balance mundial" evaluará los avances en los objetivos del Acuerdo de París. Este proceso animará aún más a los países a adoptar medidas climáticas ambiciosas que mantengan el calentamiento por debajo de 1,5 grados centígrados.

La comunidad internacional ha optado por generar acuerdos a través de Tratados Internacionales, suscribiendo al respecto el histórico Acuerdo de París. Es un Tratado Internacional de carácter vinculante adoptado por 196 países en la COP21 y que insta a la humanidad a unirse por una causa en común: reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático., que avizora irremediable e irreversible.  Para ello, el Acuerdo propone limitar el calentamiento mundial a muy por debajo de 2°C., preferiblemente a 1,5 °C, en comparación con los niveles preindustriales; aumentar la capacidad de adaptación y promover la resiliencia al clima, proporcionando un marco para el apoyo financiero, técnico y de capacidad para los países que lo necesitan. Este tratado se diferencia del Protocolo de Kioto en que genera obligaciones para todos los países, desarrollados y en vías de desarrollo, y que, en forma estratégica, radica en cada país la decisión de proponer sus propias metas a través de la Contribución Nacional Determinada[9].

IV- HUELLA AMBIENTAL.

La huella ambiental, también conocida como huella ecológica, mide el impacto de las personas o de las organizaciones en el medio ambiente, en todos y cada uno de sus extremos,  tanto si este es positivo como negativo. En el caso de las organizaciones, se define como una medida multicriterio del desempeño ambiental de su actividad al prestar bienes o servicios, teniendo en cuenta todo el ciclo de vida. La HAC (Huella ambiental Corporativa), incluye todas las actividades indirectas y los impactos asociados. Las actividades indirectas son las que se producen antes o después o a lo largo de las cadenas de suministro vinculadas a las actividades de la organización. El alcance de la HAC incluirá por defecto todas las etapas, desde la adquisición de la materia prima hasta la fabricación, distribución, almacenamiento, uso y tratamiento en el fin de vida útil de la cartera de productos. Además, la Comisión Europea reforzó recientemente el concepto de «diligencia debida» en las empresas, resaltando la importancia de tener una cadena de suministro y un modelo de negocio transparente. La intención es que contribuyan a mantener el incremento en la temperatura media del planeta por debajo de 1,5 °C y que se respeten los derechos humanos de los trabajadores aplicado a las empresas europeas que operen tanto dentro como fuera de la Unión.

a-      Tipos de huella ambiental: La huella ambiental está asociada a varios indicadores. Estas clasificaciones sirven para conocer qué potencial tiene cada proceso para alcanzar el límite planetario, y como le afecta directa o indirectamente al planeta., tanto en el sentido local como en el global.

b-      La huella hídrica : Mide el volumen de agua dulce empleado para la producción de un bien o la concesión de un servicio. Debe complementarse con el que requiere el consumidor para disfrutarlo.

c-      La huella de cambio climático: Se corresponde con las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) consecuencia  de la actividad productiva. Dicho de otro modo, determina la contribución a la destrucción de la capa de ozono del planeta.

d-     La huella de recursos: Muestra el consumo de recursos naturales en la generación de productos o servicios. Según Global Footprint Network, la humanidad utilizó los recursos que el planeta puede generar al año a finales de julio.

e-      La huella atmosférica: Se trata de la capacidad que tiene un producto de perjudicar a la atmósfera mediante la emisión de gases contaminantes o la degradación de los bosques.

f-       La huella de residuos: Da a conocer la contaminación que supone un producto o servicio a los medios naturales. Por ejemplo, el vertido de combustible hacia los océanos o la acumulación de materiales no biodegradables en los mares.

g-      La huella de biodiversidad: Corresponde con el impacto negativo que ejerce la actividad económica en los ecosistemas, principalmente, terrestres y marinos. La expulsión de residuos o la tala indiscriminada de árboles son causas directas.

La determinación de la huella ambiental requerida por la Unión Europea, se basa en:

a-      La huella ambiental de las organizaciones (HAO) es un método basado en el análisis del ciclo de vida (ACV) para cuantificar los impactos ambientales de las organizaciones: esto incluye empresas, entidades administrativas públicas y otros organismos. El método OEF se basa en enfoques existentes y estándares internacionales. La información OEF se produce con el propósito general de buscar reducir los impactos ambientales de las organizaciones teniendo en cuenta las actividades de la cadena de suministro (desde la extracción de materias primas, pasando por la producción y el uso, hasta la gestión final de residuos). La huella ambiental de los productos (PEF - Product Environmental Footprint) y de las organizaciones (OEF - Organization Environmental Footprint) son herramientas de medición y mejora útiles para evaluar el desempeño ambiental de los productos / servicios / organizaciones desde una perspectiva de ciclo de vida.

Impulsados por la Comisión Europea con la Recomendación 179/2013, los PEF Y OEF fueron creados para establecer un enfoque metodológico común, para los Estados Miembros y el sector privado, en la evaluación, declaración y comercialización del desempeño ambiental de productos, servicios y organizaciones, basado en la evaluación de impactos ambientales a lo largo del ciclo de vida.

Tanto la huella ambiental de las organizaciones (OEF[10]) como la huella ambiental de los productos (HAP)[11] ofrecen la posibilidad de cuantificar el desempeño ambiental desde el punto de vista del ciclo de vida. Si bien el método de cálculo del PEF es específico para productos o servicios individuales, el método de cálculo de OEF se aplica a las actividades de las organizaciones en su conjunto, es decir, todas las actividades asociadas con los productos y / o servicios proporcionados por una organización. desde el punto de vista de la cadena de suministro (desde la extracción de materias primas, hasta su uso, hasta las opciones para la gestión final de residuos). Por lo tanto, tomar la huella ambiental de productos y organizaciones puede considerarse una actividad adicional, realizada en casos individuales para respaldar aplicaciones específicas. Para calcular la OEF no es necesario realizar múltiples análisis de los productos. Más bien, la OEF se calcula utilizando datos agregados que representan los flujos de recursos y residuos que cruzan los límites definidos de una organización. Sin embargo, una vez calculada la OEF, los datos se pueden desglosar a nivel de producto mediante fórmulas de asignación adecuadas. En teoría, la suma de los HAP de los productos proporcionados por una organización en un período de referencia determinado (por ejemplo, un año) debería ser igual a su HAO para el mismo período de referencia.

Las ventajas ofrecidas

PEF y OEF[12] le permiten conocer el desempeño ambiental de su organización y / o sus productos y servicios con el fin de identificar las intervenciones de mejora.

Permiten que los grupos de interés demuestren su compromiso con la sostenibilidad ambiental de la empresa que desarrollen en todos sus extremos y su comportamiento responsable hacia los temas ambientales. Facilitan la gestión de la cadena de suministro verde.

Esta impresión se puede dividir en ciertos criterios adicionales que servirán para trazar estrategias a corto y largo plazo:

1-      Introducción de propuestas de mejora.

2-      Comparación respecto a años previos.

3-      Establecimiento de nuevos objetivos.

4-      Vinculación a nuevas normas técnicas.

5-      Sometimiento a entidades de control.

En definitiva, la huella ambiental es una estrategia que permite vincular las empresas con la lucha contra el cambio climático. Ha llegado indefectiblemente  el momento de potenciar el compromiso con un planeta más verde.

VI- PACTO VERDE EUROPEO.

El cambio climático y la degradación del medio ambiente son una amenaza existencial a la que se enfrentan Europa y el resto del mundo. De lo expuesto precedentemente para superar estos retos, el Pacto Verde Europeo transformará la UE en una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva, garantizando que: No haya emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050. El crecimiento económico esté disociado del uso de recursos. No haya sectores rezagados.

La Comisión Europea ha adoptado un conjunto de propuestas para adaptar las políticas de la UE sobre clima, energía, transporte y fiscalidad al objetivo de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55 % de aquí a 2030, en comparación con los niveles de 1990. Más información sobre el cumplimiento del Pacto Verde Europeo. Recomendación de objetivo de reducción de emisiones para 2040 a fin de alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2050. El día 6 de febrero de 2024. La Comisión estuvo marcando el camino para lograr el objetivo de que la Unión Europea sea climáticamente neutra de aquí a 2050. Y para ello ha recomendado una reducción neta del 90 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2040 en comparación con los niveles de 1990, lo que está en consonancia con el dictamen del consejo científico consultivo europeo sobre cambio climático y con los compromisos de la UE en virtud del Acuerdo de París. Con esta recomendación se da comienzo al proceso de preparación del objetivo para 2040 y se inicia un amplio debate político y un diálogo con las partes interesadas y los ciudadanos.

El Pacto Verde Europeo tiene como objetivo conseguir que Europa sea climáticamente neutra de aquí a 2050. Para conseguir que este objetivo sea jurídicamente vinculante, la Comisión propuso la Legislación Europea sobre el Clima, que también establece un nuevo objetivo más ambicioso de una reducción neta de las emisiones de gases de efecto invernadero de al menos un – 55 % hasta 2030, en comparación con los niveles de 1990.

Para alcanzar los objetivos de descarbonización, deben reducirse las emisiones en todos los sectores, desde la industria y la energía hasta el transporte y la agricultura. El cambio climático es una amenaza mundial, no solo de determinados sectores., y solamente puede abordarse mediante una respuesta global. Esta es la razón por la que la UE se compromete con sus socios internacionales en materia de acción por el clima y los apoya activamente, en particular a través de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y su Acuerdo de París. Paralelamente a las acciones de mitigación, la UE está tomando medidas en materia de adaptación al cambio climático para hacer frente a los efectos inevitables del cambio climático.

La producción y el uso de energía representan más del 75 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE. Por lo tanto, la descarbonización del sistema energético de la UE es fundamental para alcanzar nuestros objetivos climáticos para 2030 y la estrategia a largo plazo de la UE de lograr la neutralidad en emisiones de carbono para 2050.

El Pacto Verde Europeo se centra en tres principios clave para la transición hacia una energía limpia, que ayudarán a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos: garantizar un suministro energético seguro y asequible para la UE desarrollar un mercado de la energía de la UE plenamente integrado, interconectado y digitalizado priorizar la eficiencia energética, mejorar el rendimiento energético de nuestros edificios y desarrollar un sector energético basado en gran medida en fuentes renovables.

Los principales objetivos de la Comisión para lograrlo son: Construir sistemas de energía interconectados y redes mejor integradas para apoyar las fuentes de energía renovables. Promover las tecnologías innovadoras y las infraestructuras modernas. Impulsar la eficiencia energética y el diseño ecológico de los productos. Descarbonizar el sector del gas y fomentar la integración inteligente en todos los sectores. Capacitar a los consumidores y ayudar a los países de la UE a combatir la pobreza energética. Promover las normas energéticas de la UE y las tecnologías a escala mundial. Desarrollar todo el potencial de la energía eólica marina en Europa.

La Comisión Europea adoptó una serie de propuestas para adaptar las políticas de la UE en materia de clima, energía, transporte y fiscalidad con el fin de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55 % de aquí a 2030, en comparación con los niveles de 1990. Más información sobre el cumplimiento del Pacto Verde Europeo.

PRESERVAR NUESTRO ENTORNO.

Los mares, los océanos y el medio ambiente europeos son una fuente de riqueza natural y económica para Europa. Se debe preservar y proteger para garantizar que sigan sustentándonos en el futuro. Proteger nuestra biodiversidad y nuestros ecosistemas. Reducir la contaminación del aire, el agua y el suelo. Avanzar hacia una economía circular. Mejorar la gestión de residuos. Garantizar la sostenibilidad de nuestra economía azul y los sectores de la pesca.

Trabajando en estos ámbitos clave, la UE mejorará la salud y la calidad de vida de los ciudadanos, abordará los problemas medioambientales y reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero.

La Comisión Europea adoptó una serie de propuestas para adaptar las políticas de la UE en materia de clima, energía, transporte y fiscalidad con el fin de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55 % de aquí a 2030, en comparación con los niveles de 1990.

UN SISTEMA ALIMENTARIO SALUDABLE PARA LAS PERSONAS Y EL PLANETA.

El vínculo entre unas personas sanas, unas sociedades sanas y un planeta sano lleva a los sistemas alimentarios sostenibles a un lugar central del Pacto Verde Europeo, la estrategia de crecimiento sostenible e integrador de la UE, que tiene como objetivo impulsar la economía, mejorar la salud y la calidad de vida de las personas y cuidar de la naturaleza.

El sistema agrícola y alimentario europeo, apoyado por la política agrícola común, ya es una norma mundial en términos de seguridad, seguridad del suministro, nutrición y calidad. Ahora, debe convertirse también en la norma mundial de sostenibilidad. Al tiempo que garantiza unos alimentos asequibles y accesibles, la transición hacia un sistema alimentario sostenible puede aportar beneficios medioambientales, sanitarios y sociales y ofrecer unos beneficios económicos más justos.

Esta es la razón por la que, en julio de 2023, la Comisión adoptó un paquete de medidas para un uso sostenible de los recursos naturales clave, que también reforzará la resiliencia de la agricultura y los sistemas alimentarios europeos. El paquete incluye una nueva ley sobre el suelo, que nos ayudará a tener suelos sanos en la UE de aquí a 2050, un reglamento sobre las plantas producidas mediante técnicas genómicas y medidas para reducir los residuos alimentarios y textiles. Su adopción completa las propuestas anteriores en el marco del pilar «recursos naturales» del Pacto Verde Europeo. Garantizar la seguridad alimentaria frente a las inseguridades geopolíticas, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad,. Reducir la huella ambiental y climática del sistema alimentario de la UE. Reforzar la resiliencia del sistema alimentario de la UE, y liderar una transición global hacia una sostenibilidad competitiva «de la granja a la mesa».

PROPORCIONAR UN TRANSPORTE EFICIENTE, SEGURO Y RESPETUOSO CON EL MEDIO AMBIENTE.

El transporte constituye aproximadamente el 5 % del PIB de la UE y da empleo a más de diez millones de personas en Europa, por lo que el sistema de transporte es fundamental para las empresas europeas y las cadenas de suministro globales. Al mismo tiempo, el transporte genera ciertos costes para nuestra sociedad: emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes, ruido, atascos y accidentes de tráfico.

Actualmente, las emisiones provocadas por el transporte representan alrededor del 25 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la UE, y estas emisiones han aumentado en los últimos años. El objetivo de ser el primer continente climáticamente neutro para 2050 requiere cambios ambiciosos en lo relativo al transporte. Se necesita un camino claro para lograr una reducción del 90 % de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el transporte para 2050.

UNA ESTRATEGIA INDUSTRIAL PARA UNA EUROPA COMPETITIVA, ECOLÓGICA Y DIGITAL

El Pacto Verde Europeo es la nueva estrategia de crecimiento de la UE, que pretende transformar la Unión Europea, para mediados de siglo, en una sociedad más justa y próspera, con una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva, sin emisiones netas de gases de efecto invernadero.

El principal objetivo es aprovechar el potencial considerable que tienen los mercados mundiales respecto a las tecnologías de bajas emisiones y los productos y servicios sostenibles para alcanzar la neutralidad climática en 2050. Sin embargo, la consecución de una economía climáticamente neutra y circular exige la plena movilización de la industria. Todas las cadenas de valor industriales, incluidos los sectores que consumen mucha energía, tendrán que desempeñar un papel clave.

La nueva Estrategia Industrial de Europa liderará las dobles transiciones ecológica y digital, e impulsará la competitividad europea a escala mundial. Además, ayudará a la industria a reducir su huella de carbono al proporcionar soluciones tecnológicas asequibles y limpias, y desarrollar nuevos modelos de negocio. Con una Estrategia que se ha actualizado a partir las lecciones aprendidas de la pandemia de COVID-19, la UE aspira a que la industria europea lidere unas transiciones ecológica y digital aceleradas.

La Comisión adoptó una Estrategia de la UE de Gestión Industrial del Carbono para garantizar la inversión en tecnologías que puedan capturar y almacenar carbono de forma sostenible y además reutilizarlo. Este aspecto es esencial para que la UE alcance su objetivo de neutralidad climática de aquí a 2050. La Estrategia establece cómo ampliar las tecnologías de captura de carbono a escala nacional y de la UE de manera que se cree la infraestructura necesaria para establecer un mercado único de CO2 en Europa en las próximas décadas.

INVESTIGACIÓN E INNOVACIÓN PARA EL PACTO VERDE EUROPEO.

El papel de la investigación y la innovación en el Pacto Verde Europeo, Horizonte Europa y sus misiones y asociaciones verdes, noticias sobre proyectos financiados por la UE y contenido relacionado

La investigación y la innovación impulsan el cambio transformador. Convertirse en el primer continente climáticamente neutro del mundo de aquí a 2050 es una oportunidad única para modernizar la economía y la sociedad de la UE y reorientarlas hacia un futuro justo y sostenible. La investigación y la innovación desempeñarán un papel central en: Acelerar y navegar las transiciones necesarias. Implementación, demostración y eliminación de riesgos de soluciones. Involucrar a los ciudadanos en la innovación social

INVERTIR EN UN FUTURO ECOLÓGICO

Para alcanzar los objetivos establecidos en el Pacto Verde Europeo, la Comisión se ha comprometido a movilizar al menos un billón de euros en inversiones sostenibles durante el próximo decenio. El 30 % del presupuesto plurianual de la UE (2021-2028) y el instrumento único Next Generation EU (NGEU) de la UE para recuperarse de la pandemia de COVID-19, se han destinado a inversiones ecológicas.

Los países de la UE deben dedicar al menos el 37 % de la financiación que reciben del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de 672 500 millones de euros a inversiones y reformas que favorezcan los objetivos climáticos. Todas las inversiones y reformas que se financien de este modo no deben perjudicar de manera significativa los objetivos medioambientales de la UE. La Comisión, en nombre de la UE, pretende recaudar el 30 % de los fondos del NGEU mediante la emisión de bonos verdes.

POLÍTICA DE COHESIÓN DE LA UE.

La política de cohesión de la UE ayuda a los países, regiones, administraciones locales y ciudades de la UE a realizar grandes inversiones que contribuyan al Pacto Verde Europeo. Deben dedicar al menos el 30 % de lo que reciben del Fondo Europeo de Desarrollo Regional a estas prioridades. Además, el 37 % del Fondo de Cohesión contribuirá específicamente a lograr la neutralidad climática para 2050.

La Comisión ha puesto en marcha el Plan de Inversiones del Pacto Verde Europeo, también denominado Plan de Inversiones para una Europa Sostenible, como parte del Pacto Verde. Aquí se enmarca también el Mecanismo para una Transición Justa, que se centra en asegurar una transición equitativa y justa hacia una economía verde. El Plan movilizará inversiones considerables durante el período 2021-2027 para ayudar a los ciudadanos de las regiones más afectadas por la transición.

MOVILIZACIÓN DE INVERSIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS.

El Programa Invest EU contribuirá a este esfuerzo y proporcionará a la UE una financiación fundamental a largo plazo mediante el apalancamiento de importantes fondos públicos y privados. El Reglamento InvestEU establece que al menos el 30 % del fondo InvestEU, en su conjunto, se destinará a inversiones que contribuyan a alcanzar los objetivos climáticos. Un régimen de transición justa específico generará más inversiones en territorios de transición justa, de forma complementaria con el Fondo de Transición Justa y el instrumento de préstamo al sector público.

Además, las medidas financieras sostenibles, incluido el Reglamento sobre la taxonomía, que está destinado a clasificar las inversiones ecológicas, contribuirán al Pacto Verde Europeo impulsando la inversión del sector privado en proyectos ecológicos y sostenibles.

CONCLUSIONES.

A menos que todos los gobiernos cambien sus políticas energéticas, el planeta será inhabitable, advierte el titular de la ONU, acusando a algunos líderes gubernamentales y empresariales de mentir en cuanto a sus compromisos de reducir su uso de combustibles fósiles y optar por energías limpias. Un nuevo informe revela que entre 2010 y 2019 se produjeron más emisiones de carbono que nunca, pero insiste en que aún se pueden reducir a la mitad para 2030.

Un millón de especies están expuestas a la extinción.,  a raíz del cambio climático. Una serie de planteos se deberán abordar para  evitar ese destino. Desde la economía a la salud, pasando por nuestro desarrollo, dependemos de la biodiversidad para nuestra propia supervivencia.  Es por esta causa, que la utilización de energía renovable, la disminución de quema de fósiles, la implementación de una economía circular, hacen más resiliente al planeta. Los usos y consumos indiscriminados  favorecen a la huella de carbono que esta se apropia indiscriminadamente ante la constante suba de temperatura global.

La constante suba de temperatura ambiental global, hace que se vayan degradando los glaciares, entrando en una era de calentamiento global, imparable a los niveles de contaminación.

Es por todo lo que se viene desarrollando que es conveniente tomar consciencia del deterioro que se causa con el consumo indiscriminado. La posibilidad de arribar a un Pacto verde, harían las circunstancias más favorables a mediano plazo, reduciendo los gases de efecto invernadero.

El Pacto Verde Europeo es un paquete de iniciativas políticas creadas con el mero fin de situar a la UE en el camino hacia una transición ecológica, con el objetivo último de alcanzar la neutralidad climática de aquí al año 2050.

BIBLIOGRAFÍA.

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EMAS. Más allá de ISO 14001. El Reglamento europeo EMAS (en sus siglas en inglés "Eco-Management and Audit Scheme") define un esquema de gestión y auditoría ambientales abierto a cualquier tipo de organización a nivel internacional e independientemente de su actividad.

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MURTON, Julian.  Obtuvo su doctorado en sedimentología del permafrost en el Ártico de Canadá en la Universidad de Ottawa (1993). Posteriormente realizó experimentos de laboratorio sobre permafrost y procesos periglaciares en cámaras frigoríficas en la Universidad de Caen (Francia) y en la Universidad de Cardiff (Gales). Desde 1996 ha impartido clases de geografía física y geología en la Universidad de Sussex. Lleva a cabo investigaciones sobre el permafrost ártico en Canadá y Rusia, geomorfología periglacial experimental en el Laboratorio de Permafrost de Sussex y geología del Cuaternario y de ingeniería en Inglaterra

OEF es un producto diseñado para garantizar la confiabilidad en el suministro de energía en el largo plazo a precios eficientes.

OMM. La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanza un nuevo récord. Organización Meteorológica Mundial (OMM), 2019. Consultado el 17 de noviembre de 2020.

Promoción de Gestión Ambiental en provincia. COFEMA. 17 de diciembre del año 1996. Resolución 04/96

 



[1]Dra. Paula Fabiana Romano. Abogada. Egresada de la Universidad de Morón. Especialista en Familia por la Universidad de Buenos Aires. Doctora en Ciencias Jurídicas y Políticas. Tesis doctoral "Incertidumbre jurídica en torno al estatuto y derechos del embrión humano crio-conservado, efectos y propuestas en términos de derechos humanos". Diplomada en discapacidad por la universidad de Buenos Aires. Diplomada en Familia y Sucesiones por la Universidad de Buenos Aires. Escribana Pública. Miembro del Instituto de Derecho Tributario del Colegio de Abogados de Morón, autora de publicaciones digitales para Argentina. Publicaciones en el Colegio Internacional de Estudios Jurídicos de San Diego. Ponencias en la Universidad de Coimbra Portugal. Ponencias en la Universidad de Manizales.,(Colombia).Latinoamérica y Europa.  Ponencia en Red de Derecho América Latina y el Caribe. Publicaciones en la Revista Iberoamericana de Derecho, Cultura y Ambiente.  REVISTA de Cultura de Paz e Direitos Humanos.UNIOSASCO. Revista de Derecho Público IJEdiciones. TED ORCID:0009-0005-9448-6906

[2] BIDART CAMPOS,  Germán 1 Op. Cit.p.30 a 33.

[3] Promoción de Gestión Ambiental en provincia. COFEMA. 17 de diciembre del año 1996. Resolución 04/96

[4] OMM. La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanza un nuevo récord. Organización Meteorológica Mundial (OMM), 2019. Consultado el 17 de noviembre de 2020.

[5] La Ruta del Clima Asociación. Webinar: Introducción a la huella de carbono (video en YouTube). La Ruta del Clima Asociación, 2016. Consultado el 17 de noviembre de 2020.

[6]HAWKING, Stephen William (Oxford, 8 de enero de 1942-Cambridge, 14 de marzo de 2018)

[8] MURTON, Julian.  Obtuvo su doctorado en sedimentología del permafrost en el Ártico de Canadá en la Universidad de Ottawa (1993). Posteriormente realizó experimentos de laboratorio sobre permafrost y procesos periglaciares en cámaras frigoríficas en la Universidad de Caen (Francia) y en la Universidad de Cardiff (Gales). Desde 1996 ha impartido clases de geografía física y geología en la Universidad de Sussex. Lleva a cabo investigaciones sobre el permafrost ártico en Canadá y Rusia, geomorfología periglacial experimental en el Laboratorio de Permafrost de Sussex y geología del Cuaternario y de ingeniería en Inglaterra.

[10] OEF es un producto diseñado para garantizar la confiabilidad en el suministro de energía en el largo plazo a precios eficientes.

[11] https://www.atsdr.cdc.gov/es/phs/es_phs69.html. Hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) [Polycyclic Aromatic Hydrocarbons (PHA)]

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