"Yo nunca dije/hice eso", "Me parece que estás confundido/a" "Estás loco/a" "Es todo parte de tu imaginación" “Sos muy sensible” "Nunca vas a encontrar a alguien que te aguante como yo" "A vos nadie te quiere". Frases que, con frecuencia, suelen decirse en la cotidianeidad, de ciertas relaciones, de pareja o índole familiar, y que, por tanto, se naturalizan, encubriendo el trasfondo de violencia emocional. En este marco, es que se inscribe el gaslighting ; término empleado para referir al abuso que personas, con rasgos narcisistas y manipuladoras, suelen ejercer sobre un tercero (su víctima), a fin de que esta cuestione su realidad, al dudar de su propia percepción, juicio o memoria. (Gurdian, 2017; Ziccardi, 2022). De esta forma, el agresor (alguien importante en la vida de la víctima) no sólo la maltrata, sino que anula, también, su capacidad de discernimiento. La víctima se siente degradada y se culpa a sí