Criminología y maltrato animal



La Criminología podríamos decir, a grandes rasgos, que es la ciencia que estudia porqué un criminal hace lo que hace, porqué mata o lesiona, digamos que el investigador se introduce en la mente del criminal.

En un interesante artículo reproducido hace un tiempo ,por redes sociales, el catedrático Laurent Bègue de Psicología Social en la Universidad Pierre Mèndes-France de Grenoble, se refiere al maltrato animal como a nuevo medidor que le está sirviendo a la criminología internacional para analizar la violencia extrema que puede desarrollar el ser humano en medio social.

Maltratar a un animal es en muchos casos la consecuencia de una frustración o de un trauma y es un comportamiento que se adquiere en la niñez. Se puede desarrollar también en la adolescencia. El maltrato animal nace en el seno familiar o escolar y luego por transferencias puede llegar a convertirse en un comportamiento antisocial.

El maltratado y en especial el maltrato a los animales de compañía está presente en cualquier grupo humano pues los niños como loa ANH (Animales No Humanos) son los primeros catalizadores de nuestras frustraciones.

La violencia animal es más frecuente de lo que imaginamos aunque una protección para no verla y no sufrirla sea la de tomarla como una violencia banal : “solamente son animales”.

Los actos de crueldad animal dicen mucho sobre la personalidad de quienes los cometen. La crueldad contra los animales puede ir desde los golpes hasta arrancarles la piel estando vivos (perros, gatos pequeños), sin contar la utilización sexual a la que también se les somete (zoofilia).

Esa relación de violencia del hombre con el animal ha impulsado a investigadores en criminología a tomarla como un medidor fiable del grado de violencia en individuos que cometieron o que pueden cometer crímenes y otros delitos graves.

Psiquiatras y expertos en Psicología social de la University of the Pacific en California, comprobaron por ejemplo que el 45 % de los autores de nueve masacres cometidas en medio escolar en Estados Unidos en los últimos veinte años, habían cometido actos de barbarie con sus animales de compañía.

El profesor Laurent Bègue cita un estudio que merece atención, es el que se realizó a raíz de la masacre en el Liceo de Columbine, Colorado, ocurrida el 20 de abril de 1999. Los criminólogos constataron que Eric Harris y Dylan Klebold, los dos estudiantes que mataron a 12 de sus compañeros de colegio y a un profesor e hirieron a 20 personas más antes de suicidarse, habían confesado alguna vez que cuando niños disfrutaban practicando mutilaciones y provocando sufrimiento en sus animales de compañía.

El Profesor Bègue se refiere a otros casos : “En un estudio retrospectivo que se realizó en una prisión con 36 autores de asesinatos, el 36% de ellos dijeron haber matado o torturado animales en su infancia y 46% haber cometido actos de crueldad durante la adolescencia. En otro estudio en medio carcelario con 180 presos, Brandy Henderson de la Universidad de Tennessee comprobó que los actos de violencia hacia los animales que declararon haber cometido los detenidos eran particularmente frecuentes”.

Tipo de maltrato que los detenidos dijeron practicar con sus mascotas y otros animales :

- ahogarlos 17,5

- pegarles 82,5

- dispararles 33,0

- darles patadas 35,9

- estrangularlos 17,5

- quemarlos 15,5

- utilizarlos para fines sexuales 22,3

La crueldad con los animales según Franck Ascione de la Universidad de Denver (uno de los primeros estudiosos en el área de la psicología, en violencia contra animales en la década del 80) es un comportamiento socialmente inaceptable pues el fin del torturador es causar dolor, sufrimiento y angustia y/o muerte del animal por puro placer.

Definición de crueldad: podríamos decir que es la respuesta emocional de indiferencia o la obtención de placer en el sufrimiento y dolor de otros o la acción que innecesariamente causa tal sufrimiento o dolor.

La crueldad hacia los animales se define como un comportamiento socialmente inaceptable que intencionalmente causa dolor, innecesario, sufrimiento o distress y/o muerte de un animal (Frank Ascione, 1993), esta es la primera definición al respecto por parte de Frank Ascione, un psicólogo y uno de los primeros expertos más reconocidos en temas de maltrato animal , como ya hemos mencionado.

La psiquiatría permite afirmar que los actos de crueldad cometidos por un niño puede revelar su temprana predisposición para desarrollar conductas antisociales. Un niño torturador de animales es susceptible de tener problemas con la justicia cuando sea adulto.

Razones que llevan a maltratar a un animal

Los americanos Stephen Kellert y Alan Felthous de las universidades de Yale y Texas, citan ocho razones que llevan a un individuo a maltratar o a torturar a sus animales de compañía:

1- Control: el animal es golpeado para que no siga manifestando comportamientos indeseados (ladrar, saltar, jugar…)

2- Castigo: propinarle un castigo extremo para que no vuelva a repetir un hábito que molesta (ensuciar o vomitar en lugares que le son prohibidos)

3- Ausencia de respeto: Está ligado a prejuicios culturales. Es cuando una persona cree que puede maltratar a un animal o lo puede descuidar ya que su condición de inferioridad no lo hace merecedor de consideración.

4- Instrumentalización: Utilizar los animales para “teatralizar” la violencia, es el caso de los combates o peleas de perros, tan aberrantes.

5- Amplificación: el animal es utilizado para impresionar, amenazar o herir a una persona. Aquí se cumple un traspaso de la violencia del humano hacia el animal

6- La violencia como escarmiento o como ejemplo: Maltratar a un animal ante un grupo con el fin de hacer que sus miembros se conviertan en testigos de una forma de superioridad de quien maltrata. También se puede torturar por diversión

7- Venganza: Se agrede a un animal para vengarse de su familiar humano. 

8- El desplazamiento: El animal es maltratado porque la persona no tiene la posibilidad o la capacidad de maltratar a quienes le provocaron una frustración o una decepción. No puede hacerlo porque les teme o le son inalcanzables. Es el caso del empleado que espera una promoción y que al no obtenerla regresa a su hogar y le da patadas a su mascota.

Agregaría la denominada violencia vicaria, es aquella en que el maltratador para hacer sufrir a su víctima humana, toma a alguien de su afecto, como ser hijos comunes o perro o gato, para mortificar a la misma, seda en los casos de violencia intrafamiliar y de género,

El análisis del Profesor Laurent Bègue nos lleva a concluir que la tortura contra los animales nace de una mala calidad de vida. Los animales pagan nuestra dificultad para vivir, pagan por ser testigos inocentes de nuestra propia mediocridad.

La crueldad hacia los animales no es una válvula de escape inofensiva en un individuo sano es una señal de alarma ineludible.

Y para finalizar, parodiando a Gandhi , una sociedad denota su desarrollo según el trato que brinda a sus animales, entonces podemos preguntarnos : Qué clase de sociedad queremos?


Autor

Dra. Laura Cecilia Velasco

Abogada (Universidad de Buenos Aires, Argentina) Máster en Criminología. Pionera en derecho animal a nivel internacional. Directora, creadora y fundadora de la Revista Jurídica de Derecho Animal de IJEditores- Grupo Editorial. Ex Directora del Instituto de Derecho Animal del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal (Período 2009-2022). Directora Instituto de Derecho Animal de AIDCA (Asociación Iberoamericana de Derecho Cultura y Ambiente) Vicepresidenta Adjunta Internacional para América Latina (ILBPA- International Legal Bar & Profissional Association).Coordinadora Internacional en Derecho de los Animales No Humanos (ILBPA). Académica en CIDEJ. Investigadora Experta en Derecho Animal, Ambiente y Green Criminology Postgrado Universidad Hankuk- Corea del Sur. Docente posgrado de universidades nacionales y extranjeras, jurista, autora. Disertante internacional. Activista, vegana y naturista


Fotografía


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